martes, 29 de marzo de 2011

El día en que acepte a Gregorio.

Lo miraba. Precavido. Ágil. Caminaba rápidamente por toda la habitación, como si careciera de interés por todo lo que en ella había, como si temiera algún súbito encuentro. 
Toda mi vida sufrí de cierto temor por su presencia. No conocía de nadie a quien le hubiera hecho daño, pero aún así, algo me hacía creer que su estancia en un mismo sitio al mió no era, precisamente, una buena idea. Sin embargo ese día me decidí a acercármele. Pensé en mirarlo como un igual. En negar cualquier síntoma de asco o prejuicio hacia él. En tocarlo...
Camine lenta y cuidadosamente hacia él, pero con una firme seguridad de no retractarme a mi decisión. Le sonreí. Lo note espantado ante mi cercanía y no me sorprendí; después de todo, esta acostumbrado a huir cada vez que alguien, siquiera, voltea su mirada hacía él. Acerque mi mano al suelo para invitarlo a subir, asintiendo con la cabeza. Mostrandole mi aprobación. Titubeo. Movió, confundido, sus delgadas antenas. Aterrorizado. Pensé en rendirme. En no ejercer presión. Y entonces lo decidió. Camino con pasos de "quien no quiere llegar a un lugar" y escalo por mi mano provocando cosquillas y satisfacción. Lo mire de cerca con alegría y casi pude escucharlo decir "gracias"...
Ese fue el día en que acepte a Gregorio Samsa. En que lo descubrí como un ser mas. Lleno de importancia. Como un nuevo amigo con el cual platicar, reir, caminar por las hojas secas...



Fotografía: K. Alu Martínez. 

lunes, 28 de marzo de 2011

Lilia.

Y no puedo parar de escribir. La inspiración se desborda de mi cabeza. De los recuerdos que parecían haberse borrado. Que debían de ser algo a olvidar. Y que, sin embargo, hoy han regresado convertidos en realidad. Realidad pura que empapa mis expectativas. Que las supera. Que las humilla mostrándome que la vida puede ser mejor que mi imaginario. 
Sólo necesito seguirte. Seguir mis impulsos y adentrarme en ese mundo de ramitas dislocadas. Ramitas que voy a curar para ti. A pegar. A sanar. Sólo por ti. Por ti que supera lo insuperable. Que acorralas mi mente en arroz inflado, en hojas, en piedra, papel o tijera... 
Por esa voz oscura que denota un hombre, y esos ojos entrecerrados que demuestran un niño. La dualidad perfecta. Mi dualidad idealizada desde hacia tanto tiempo. Tu, que sin avisarme, te has convertido en el único con el poder de enamorarme. De enamorarme al insinuarme que no lo haga. Porque nadie es más necia que yo, ni nadie te amara como yo pienso hacerlo. Porque se que ya te amo en el futuro. A ti. Al hombre. Al niño. Que ha regresado para mostrarme que si puedo sonreír por mas de un día a causa del mismo evento.

Derretida.

Lilia sonreía mirando el techo de su habitación. Esa cuarto, vacío y azul, que reflejaba todo el desorden de un año ocupado. Se sentía cansada. Pero con ese cansancio que causa suspiros. Ese cansancio que provoca risas sueltas en una cabeza revuelta por alguien mas. Lilia sonreía. Y lo hacia porque ahora estaba segura de su objetivo. Estaba segura del lugar en el que depositaba sus pasos. Sabia que el camino por el que se aventuraba era peligroso e irregular. Y sin embargo, sonreía... porque ahora conocía el riesgo, y, en cuestión de minutos, había desarrollado una plena convicción por correrlo. 
Lilia sonreía porque esa tarde lo había sentido por completo junto a ella, había sentido sus pensamientos explotando a su alrededor. Lilia sonreía porque ahora sabia que todo dolor, valdría la pena sufrirlo por él.

domingo, 27 de marzo de 2011

Tu beso.

Abro lo ojos y me explota una sonrisa.
Que se deriva de ti. De tu recuerdo. De haberte visto. 
De aquellos labios que, casi con torpeza, volvieron a unirse. 
De aquel beso suave y repleto de ternura que me exaltaba las ganas de gritar. 
De no dejarte ir. 
De aceptar lo inaceptable. 
Lo que me quise negar.
Que tanto te quise ocultar... 
                               Pero no tengo opción. 


Ahora sentimos la verdad.
 Ámame. 

viernes, 25 de marzo de 2011

Así, nada mas.

Y me indigno asquerosamente, al reafirmar la clase de mundo en el que vivimos. Un mundo en el que, al que no le quitan la vida, se la quita por cuenta propia. En un mundo en el que todos los que conozco van desapareciendo de este plano. Y cómo culpar a los que se van, si esta dimensión es cada vez más detestable. Culpo a los que abusando de la escusa universal del "nací estúpido" se disponen a fracturar la existencia de un ser que aun pensaba accionar de alguna manera en este sitio. Este sitio. Este jodido sitio.

jueves, 24 de marzo de 2011

No viniste.

Esperando en mi ventana. Con la vana y tonta idea de que vendarías. Con la mirada perdida al horizonte. Con la visión interrumpida. No tanto por las rejillas blancas, como por tu misma imagen creada en mi imaginario. Te miro acercarte desde el extremo mas lejano de la calle. Llegar entre los arboles y sonreírme con inocencia. Con una disculpa planeada. Con un beso en la comisura de tu labio. Ese que sólo me darás a mí.
Te miro en perfecta sincronía. Con la proporción ideal que en nadie mas encuentro. Con tu mirada cerrada que me explota el aire y tu sonrisa nunca ausente que me devuelve la mía. Con ese cabello, siempre ordenado dentro de su propio caos. Llegas a mi ventana y me besas sin poder esperar mi salida. Me hablas. Me amas. Y dejo de ser yo para convertirme en Tu.

 Tu.    Tus pasos.    Tus besos.    Tu ausencia...    Mi expectativa,    tu realidad.

Cierro los ojos sólo para evidenciar el llanto que me come los órganos. Y no me muevo. Y miro mi realidad en la que nunca llegaste. En la que siempre fui una mujer en la ventana. Una mujer a la que nadie visito. La que siempre espero... la que te sigue esperando.

martes, 22 de marzo de 2011

Feliz cumpleaños.

Con el primer minuto de su segunda década, fluyo la tercera lágrima que marcaría su día. Que le recordaría la profunda y espesa consistencia de su maldad. De esa espuma negra que se desprende desde el centro de su ser para satisfacer los deseos ajenos. Para dañar en el momento preciso. Tenía conciencia de que, nuevamente, en algún lugar de su diminuto poblado; se encontraba una persona derramando una lágrima con la misma sincronía que ella. Culpándola por su dolor. No entendiendo sus motivos. Y ciertamente, al derramar sus lágrimas, había perdido consciencia de la verdadera razón de su origen. No sabía si surgían por él, o por mera compasión a si misma. Porque tampoco era algo oculto a su saber, que había abandonadado de nuevo el amor. Había destrozado, nuevamente, aquello que empezaba a consolidarse. Porque las estructuras la aburren, la atosigan, le dan seguridad. Y la seguridad le hace crecer un escozor en la parte lateral derecha de su cuello. Y ese escozor la hace sentir vacía. Sin emoción.
De nuevo se encontraba sola. Sola para ella misma. Para nadie. Para morir y matarse día a día. Para lamentarse por la inexistencia de amor y afecto en su vida. Para buscar. Para encontrar. Para volver a destrozar.
Dos horas habían pasado desde el momento en que su segunda década inicio.Y un turbio pensamiento la hizo esbozar una sonrisa. Estaba perfectamente consciente de que, al pasar de los años, continuara siendo la misma adicta a las emociones que no soporta devorar a los demás. Pero que lo seguirá haciendo.

domingo, 20 de marzo de 2011

...

Duda.         Introspección.         Asco emocional.         Licuadora mental.
         
                     Dudas.    Respuestas en revolución.    Cambio de objetivos.

Misma importancia.    Ninguna razón.

Ayuda. Salida.  Inexistencia del ser.  Suprimir.  Agregar. 

Miedo.

¿Qué hago?... Me voy

viernes, 18 de marzo de 2011

Trueque emocional

Estaba presente y junto a mí. Tratando de calmar mi dolor. Aliviando lo que nadie mas se había dignado a, siquiera, escuchar. Desarrollando su función. Incondicional. Dejando a su paso las mas bellas marcas. Orificios de poder infinito. Caminos inundados de mares rojizos. De penumbras del pensamiento. De dolores callados y suspiros ahogados. De recuerdos sin expresar. De decisiones por tomar. 
La observaba a distancia queriendo acercarme. Poseerla. Hacerla mía. Entregarme a su poder creando mi propia fragilidad. Dotándola del precio de mis actos. Quitando mi carga emocional. Convirtiéndola, por fin,  en aquel fluido que mi ser extrañaba. Pero no podía. No debía. Y aun así, lo hice.
La tome con calma y suavidad. Firme. Sintiendo su fría presencia. Su absoluta belleza. La pegue a mi cuerpo y derrame una lágrima sabiendome suya. Deslizándose sobre mi piel. Cambiando, solo por un momento, mi ser. Ese acero inoxidable que nunca dice "hoy no...". Que siempre me toma con fuerza, cuando lo que mas deseo es dejar de sentir... Difuminando un dolor con otro... Como siempre lo hace. Como hoy no lo hizo. 
Dosis duplicada, mismo resultado. Desee tenerla mas tiempo. La evidencia visible se presento en demasía. Me abstuve. Me aleje. Prometiendo un "Hasta luego"...

martes, 15 de marzo de 2011

La viuda negra suicida.

Deseaba tanto hacerte caer. Midiendo mis palabras. Mis miradas. Todo perfectamente planeado para evitar que escaparas del circulo de tiza que dibuje en tu suelo. Todo calculado. Busque dejarte dentro toda una eternidad. Imposibilitado a encontrar una salida que te alejara de mis sentidos. De mis suspiros. Sin cabida para el error, te tenía encerrado a mi merced. Pero Fallé. Termine por descubrir que estaba trazando desde el centro del circulo. Condenada a no salir. Sufriendo mi propia trampa. Contigo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Disculpa femenina.


Acaba de contraer uno de los males más peligrosos conocidos por la humanidad. Lamentablemente se paso por alto agregar instrucciones, traducción al idioma común, pero sobre todo, advertencias en mi proceso de creación. Así pues, cualquier decisión que usted decida tomar, correrá bajo su propio riesgo.  
   Agradeciendo la atención prestada y ya habiendo comunicado el percance que mi presencia puede ocasionar en su vida, me despido, no sin antes desearle una linda semana.

Atte.
La Autora.

domingo, 6 de marzo de 2011

Aquella piedra...


Escuchaba esa maldita canción repetirse en su cabeza. Tenia más de dos años sin recordarla y, justamente, hoy se había topado con ella en el anden 24 de la estación. Aquella niña de cabellos negros la "tarareaba" como quien descifra las notas de una pieza clásica. Como si tuviera pleno conocimiento de lo que causaba en la mujer, de ojos llorosos. que no paraba de observarla. Como si conociera su historia. 
Y ahora, esta ser de mirada carmín, no podía parar de escucharla. De repetirla en su mente. Cantándola con ese "ingles inventado" con el que siempre la había cantado. Deseando volver al principio de todo. A esa vaga esperanza de tenerlo a su lado. De no alejarlo de nuevo.
Era tan sola una niña cuando lo conoció. Salía del colegio cuando sus ojos miel se estacionaron en ella. Atrapando sus suspiros. Se sintió cautivada por la dulzura insinuante de su mirada. Por la simulación de sonrisa que desprendía hacia ella.
 Ese primer juego de miradas lo dejaría en sus sueños para el resto de sus años. De sus lagrimas. De sus deseos. 
Desde ese momento, la obsesión por estar con él, crecería en cada instante de su existencia. Esa necesidad de verlo, de saberlo enamorado de ella. De huir de él. Porque ellos se amaron. Pero nunca supieron estar juntos. Y eso a ella le causaba el más grande terror. 
Prefería no verlo por meses, antes que tenerlo a su lado más allá de una semana. Su instinto de supervivencia le decía que si lo sentía junto a ella, no habría vuelta atrás. Y el amor por él se le desbordaría de los ojos hasta dejarla en una ceguera permanente. 
Siempre lo amo. Lo amo tanto que nunca pudo decírselo.
Un solo deseo se desprendía de sus manos nerviosas. Volver al día en que lo conoció. Arriesgarlo todo por ese sentimiento que tanto la agobiaba ahora. Inútil petición para quien no supo vivir su vida. 
Siempre creyó que terminarían juntos. Que algún día, tendría el valor para estar a su lado, y que él, como siempre lo había hecho, estaría ahí para recibirla. Lleno de promesas. De sueños en conjunto.
Quizá si. Quizá de haber dedicado su tiempo en creer más; no se encontraría hoy en el anden 24 de la estación. A punto de tomar un autobús. Alejándola de que aquella ciudad que era de los dos. 
De haber pensado menos, quizá, él se encontraría soñando una familia con ella. Pero no era ella la que llevaba el vientre abultado. Era otra mas. Otra que se atrevió a demostrarle todo el amor que ella jamas pudo, siquiera, aceptar.
Nobody said it was easy... cantaba mientras sentía avanzar el autobús, al mismo ritmo que mojaba sus manos con las lagrimas de su decepción.

jueves, 3 de marzo de 2011

Licuadora mental. Palabras sin sentido.

Una serie de pensamientos habitan en mi cabeza y, aunque algunos no serán revelados por el bien de la humanidad, pretendo desahogarlos en la siguiente entrada a manera de ideas sueltas y, en su mayoría, sin relación alguna. El orden en el que aparezcan no tiene ninguna relación al nivel de importancia que alcance, simplemente surgirá. Así que, ya lanzada la advertencia, me dispondré a iniciar.

  • Últimamente el café se ha convertido en mi mejor amigo... creo que quizá debería llamarlo "adicción"
  • "Dogville" tiene pinta de ser muy buena película, pero si la vez a las 8 de la mañana acostada en un salón de teatro, después de una noche de función, irremediablemente induce al sueño.
  • Los de Telcel tienen promociones ¡bellisimas!, que arrastran un pasado oscuro, caro y engañoso. Aléjese y no contrate.
  • El metro es el medio de transporte más bello del mundo; pero si lo pusieran en Xalapa, seguro no pasaría por el sumidero, y yo moriría de la envidia, así que no lo intenten.
  • Soy actriz invitada en La Concordia. Sinónimo: "De hoy en adelante viviré pensando en Boal y principalmente en Brecht. Leyendo sus obras y aprendiendo su teoría. Contando mis moretones y curándome el envaramiento".
  • ¡Estoy feliz de que me hayan invitado a La Concordia! 
  • Ya no saque la "PRONABES". Que burguesa soy.
  • Grotowski era un buen tipo. Pero demasiado "hippie".  
  • Voy a extrañar los ensayos de Las Solteronas.
  • Voy a descansar de los ensayos de Las Solteronas.
  • Ya no estoy en un musical. De nuevo puedo comer ¡chocolates, cacahuates y habas!... aunque la verdad no se me antojan en lo más mínimo.
  • El "Hotel Turístico Churubusco" es lo mas "In" en  el DF.
  • El mejor teatro esta en el DF.
  • Las mejores escuelas de teatro están en el DF.
  • Hay demasiadas cosas buenas en el DF... y no todas tienen relación con teatro.
  • ¿Qué hago en Xalapa? ¿Porqué no presente para el CUT?... porque hubieras "tronado" en la prueba física debido a tu escasa condición y la "altura". Cierto.
  • Actuar por actuar es un asco. Actuar buscando ser un personaje, buscando hacer Arte... eso es lo que vale la pena.
  • Debo empezar a hacer extracotidiano cada momento de mi vida. Buscar el camino difícil para llegar a lo evidente.
  • Debo empezar a hacer mis tareas.
  • "Black Swan" es la mejor película en años. Bueno, mi mejor película en años.
  • "Black Swan" me recordó mi trauma de que nunca seré una bailarina de ballet clásico. ¡Gracias padres!
  • "Black Swan" es el mejor ejemplo de lo que el Arte le hace a las personas que lo persiguen y se entregan a él. Yo aspiro a hacer Arte. Por ende, ¿busco mi destrucción?
  • "Black Swan" me hizo pensar en lo utópico que seria morir en un escenario en medio de un trance artístico. Si. Eso quiero.
  • Debería de dejar de pensar en "Black Swan"... todo el mundo debería ver "Black Swan"...
  • Aunque no hiciera frío, lo usaría.
  • De verdad debería evitar tomar café.
  • Chejov es maravilloso cuando es bien representado.
  • Quiero el nuevo disco de Radiohead y el de Beady eye... los descargare.
  • Elegiste dos carreras. ¡Dale prioridad a ambas!
  • Debo dormir más.
  • A veces, soy una terrible persona. Pero me caigo muy bien.
  • En este momento contesto un mensaje. Me gusta contestar mensajes.
  • "No hay espacio para mensajes nuevos" es una de las frases que más odio; acompañada, claro, de "El saldo de tu Amigo se ha acabado" 
  • Ya no quiero escribir lo que pasa por mi mente. Me voy.
  • Adiós.
  • Gracias.

martes, 1 de marzo de 2011

Cupo limitado.

  
...Pero hay una cosa que te debo decir, 
                                       no es nada fácil estar tan lejos de ti...


 Definitivamente, mis pensamientos no alcanzaron boleto a Xalapa.