Giro sin sentido en mi cabeza cuadrangular, busco en sus esquinas un pedazo de amabilidad, con el único propósito de devorarlo. Tengo mucha y sobra, tengo mucho y sobra. salgo por un ojo, que lindo color pisan mis tentáculos verdosos. Soy un cliché, soy verde. Salto hasta otra superficie y me miro, por primera vez, de frente. Me observo parada, sin sentido, sin expresión en los ojos, me observo fuera de mi y descubro que mis tentáculos no son perceptibles a la gente. La gente me ve común, normal, esa es la razón por la cual no me temen, por la cual no se cuidan al estar cerca de mi... quizá alguien debería advertirles. No. No. No. Necesito comer. Remordimientos para después.
Crujidos afuera, es hora de volver. Me deslizo por mi brazo y lo noto requemado, después aplicare crema. Llego al cuello, esta vez entro por la boca. Cuadros Cuadros Cuadros a mi alrededor. ¡Amabilidad!, ¡Amor!, la tomo y la utilizo para pintar mi interior, dejarlo listo para las victimas, para la gente sin tentáculos, o aun mejor, para la que tiene tentáculos fáciles de devorar. Un hombre. Sonrisa. Cayó.
Crujidos afuera, es hora de volver. Me deslizo por mi brazo y lo noto requemado, después aplicare crema. Llego al cuello, esta vez entro por la boca. Cuadros Cuadros Cuadros a mi alrededor. ¡Amabilidad!, ¡Amor!, la tomo y la utilizo para pintar mi interior, dejarlo listo para las victimas, para la gente sin tentáculos, o aun mejor, para la que tiene tentáculos fáciles de devorar. Un hombre. Sonrisa. Cayó.