¿Me ves?...
¿Te imaginas como sería?
Mi instinto seductor te detectó a la distancia. Te observó con esa sonrisa dibujada, con tus manos de guitarrista, con tu cuerpo decisivo... Te observó y te imaginó presa ideal de sus amores. Avanzó con los segundos para conocerte. Avanzó con los minutos para hacerse parte de ti. De lo que quieres. Se introdujo en tus días, en tus recuerdos, en tus pensamientos oscuros, en tus tardes luminosas... pero ya en cercanía descubrió que cualquier intento por contraerte resultaría imposible y se acomodó a tu costado disfrazado de empatia. Disfrazado para no perderte nunca. Para poder encontrarte con tan sólo gritar tu nombre. Porque tu eres fiel y no dejarías que nada le pasara. Porque mi instinto seductor se siente amado junto a ti, aunque no sea en su forma ideal.
Y entonces me pregunto, cuando cierras tus ojos, ¿me ves?... ¿Te imaginas como seria? ¿Cómo seria de habernos conocido antes?... Yo lo pienso a menudo. Yo te pienso constante. Te imagino enamorándote de mí. Aventando tu pasado, regalándome tu presente... apretando mi cintura con tus dientes extasiados... explotando cada una de mis sonrisas con tus trucos inventados... esos trucos que aún en nuestro estado logran tanto, logran todo... y me callo. Y lo oculto. Y me burlo. Me burlo de mí. Me burlo de ti. De todo aquel que insinúa que tu y yo tenemos un nosotros. Me burlo porque sé que, a pesar de no aceptarlo, sabemos de sobra que es verdad. Que deseamos materializarlo con cada poro conocido. Pero tenemos conciencia. Contamos con demasiada conciencia como para hacer realidad aquello que acordamos al mirarnos. Porque yo soy tu amiga. Tu uno de los mejores para mi. Y ella... ella que es tu futuro. Ella que te llama cuando estas conmigo. Ella.
Cierra tus ojos.
Busca su imagen. Borra la mía...
y a ella...
Mandale saludos de mi parte.