lunes, 18 de marzo de 2013

Así te quiero.

Te quiero fuera de mis sueños porque en ellos ya te tengo. Te quiero tomando mi mano. Te quiero real. Sujetando mi cintura. Saltando conmigo. Mirando con los ojos bien abiertos. Escribiéndonos los días el uno al otro. Te quiero para quitarme esta mascara que llevo cargando desde hace ya algún tiempo. Te quiero para que me quieras como yo te quiero... Me quiero en tus brazos, entregada. Me quiero mirando tus ojos, cerrando mi mundo para vivir en ti. Me quiero loca, me quiero perdida, soñando despierta por caminar contigo. Me quiero queriéndote como tu me quieres a mi.

Te quiero... Te quiero llegando, existiendo. Apareciendo en mi realidad, provocándome, por fin, existir.

lunes, 4 de marzo de 2013

Confesiones.

Me siento como Sor Juana con su Silvio y su Feliciano... con la única diferencia de que yo a ninguno amo y sí a todos los codicio. 


*


Yo, la que no cierra ciclos porque no le gusta perder labios que besar. Porque disfruto de mantener la colección completa…

Por un momento, te recuerdo.


Hay días en que, sin previo aviso, pienso en él. Aunque no quiera, aunque busque evitarlo, pienso en él. Como cuando el aleatorio del reproductor, me sorprende con un "track" que no esperaba escuchar... y simplemente no puedo quitarlo, lo escucho y dejo que los recuerdos lleguen y me toquen... él con su "palabra prohibida", con su número 6, con su voz y sus canciones... él que fuera mi él. Dueño de mis letras, yo de sus notas... él, que me demostró que puedo sentir, que tanto me dio y me hizo crecer... y sonrío. Sonrío porque existió. Porque en algún momento existimos juntos. Él, al que sólo una cosa me queda por decirle: Gracias, muchas.

Para nadie. Para todos.

Tu mujer perfecta es aquella que conoce tus gustos por completo y puede hablar de ellos, contigo, por horas... porque evidentemente, tiene los mismos gustos que tu. Escucha tu música, ve lo que tu ves y habla tu mismo idioma... Lamentablemente, amor, yo no soy tu mujer perfecta. Tengo un mundo diferente al tuyo que, sólo en algunos puntos, tiende a rozar la apariencia de tu atmósfera. Yo, éste ser para ti desconocido, soy tan sólo una mujer con el corazón dispuesto y la mente abierta. Dispuesto a entregarse a un amor desmedido, que traspase los limites de la realidad y nos lleve a lo más profundo de nuestro imaginario. Abierta a conocer tu mundo e involucrarme en él; permitiéndote ver el mio, incluso en sus partes más oscuras. Yo no soy tu mujer perfecta, amor... yo soy tu mujer ideal.